Acostada en tus brazos las cosas se ven tan diferentes, tu cabeza en mi pecho y la mía en tus piernas.Sentir tu olor que me enloquece, la noche definitivamente se torna distinta,indescriptiblemente hermosa.
Saber que estás aquí porque no hay otro lugar en el mundo en el que quisieras estar en este momento, que compartimos ese sentimiento de no querer que se termine el tiempo.
Pensar que nunca imaginé que pasaría algo así, pero que menos me pasó por la mente que sería tan hermoso. Agradecerte que me hayas hecho darme cuenta de que vale la pena si es contigo.
Respirar el mismo aire que tú, sentir que unas horas pueden ser el mundo para nosotros, que contigo puedo ser sencillamente yo y tener la seguridad de que tú eres totalmente auténtico.
Confiar en tí no porque tengo, sino porque quiero, decirte sin tapujos lo que siento, que me haces falta, que me muero por verte.
Enternecerme al abrazarte, acariciar tu cabello y darte un beso en la frente.
Sentirme protegida al contacto de tus manos, segura con tus abrazos.
Saber que a pesar de lo poco que te gusta hablar por teléfono, tomes más de un momento en tus días para llamarme y saber como estoy, demostrarme que me tienes presente, que te preocupas por mí.
Hacerte saber lo mucho que significan para mí los esfuerzos que haces para verme y sobretodo que me hagas saber que lo haces porque así lo quieres.
Disfrutar contigo sencillamente el momento presente, sin preocuparme por lo que pasará mañana, tu compañía me da seguridad ahora y es todo lo que necesito, mañana ya veremos, que sea lo que deba ser y si te vas, me dejarás un dulce sabor, así como a chocolate blanco.
El miedo paraliza y condiciona. Los seres humanos somos tan extraños, soñamos con algo por mucho tiempo y en el momento en que estamos frente a eso, nos echamos para atrás simplemente por miedo.
Sí, es cierto, en ocasiones tenemos miedo de algunas cosas por la sencilla razón de que hemos estado en situaciones parecidas y nos hemos decepcionado, pero noten que digo parecidas,
no iguales.Es preciso saber que ninguna situación en nuestras vidas es igual a otra, aunque así lo veamos, que ayer te hayas tropezado ahí no quiere decir irremediablemente que hoy también lo harás, y si lo haces ten por seguro que debías aprender esa lección para fortalecerte, pero que el miedo no coharte tu libertad, que no disminuya tu capacidad de expresar sin reservas tus sentimientos, de simplemente ser.
Sufrimos más por lo que imaginamos que por la realidad, todo sería más fácil si comprendiéramos que en cada historia los protagonistas cambian, incluso nosotros no somos los mismos, nuestras perspectivas cambian día con día.
Permitámosnos sentirnos libres de confiar mil veces, libres de entregarnos, hasta de volvernos a equivocar, pero nunca nos hagamos esclavos de la insensibilidad.
Confiemos en que estamos en un lugar totalmente seguro, con una única excepción:nuestro miedo. Que si nos desprendemos de él, la vida será más placentera, sencillamente más libre.......