Es increíble la paz que se sintió estos últimos tres días. La ciudad parecía otra, muy distinta a esta urbe tercermundista llena de tapones, de carros públicos suicidas,de guaguas con complejo de kamikaze y policías de Amet haciéndote la vida más amarga.
La luz no se fue, increíble!! Ojalá no hubiesen vuelto los que se fueron! No por nada personal, sino porque ya se nos esfumó la paz.
Nada, de vuelta a la realidad. A esperar la del año que viene.